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Radiología en endodoncia. Primera parte. Introducción. Clase en línea.

Conferencia sobre el uso de recursos radiológicos en endodoncia.

En esta primera clase trataremos los conceptos básicos de la radiología, consejos para el revelado y la obtención de radiografías correctas, análisis de errores durante la técnica y el revelado, radiografías convencionales y digitales y la relevancia del examen radiográfico para el diagnóstico y la planificación, el tratamiento y la proservación.

Relevancia del examen radiográfico

Diagnóstico y planificación endodónticos

La radiología en endodoncia es el recurso que aporta mayor cantidad de información, tanto como examen auxiliar en el diagnóstico como para la planificación de la cirugía de acceso. Para ello, deben tomarse al menos dos radiografías con diferentes angulaciones horizontales y, en algunos casos, también es necesario variar la angulación vertical, especialmente para la disociación entre el ápice y las imágenes radiolúcidas en la región periapical.

Al investigar el estado pulpar, debe observarse la presencia de caries y restauraciones y su relación con la cámara pulpar. Sin embargo, la propia imagen radiolúcida o radiopaca observable en la radiografía puede localizarse clínicamente en las superficies bucal o lingual. Hay que ser consciente, por tanto, de que el tamaño de la imagen o su proximidad a la cámara son sólo ayudas al diagnóstico, y que la historia y los datos clínicos obtenidos previamente complementan a las imágenes para tomar una decisión.

Para observar el estado periapical, debe observarse cuidadosamente el grosor del ligamento periodontal y la presencia de rarefacción ósea tanto en la región del ápice como adyacente a la raíz. El engrosamiento del ligamento o las imágenes radiolúcidas alrededor de la raíz pueden ser indicativos de reabsorción ósea resultante de procesos inflamatorios pulpares o de los tejidos periapicales. También debe investigarse la presencia de reabsorción radicular. Estos cambios van desde la característica imagen de redondeamiento apical, típica de los dientes sometidos a tratamiento ortodóncico, hasta imágenes irregulares acompañadas de reabsorción ósea, como en el caso de la reabsorción externa y cervical, e imágenes redondeadas en el interior del conducto radicular en la reabsorción inflamatoria interna.

En casos de grietas o fracturas, la observación puede ser extremadamente difícil, dependiendo de la posición de la línea de fractura. En los casos en los que la línea de fractura se encuentra en dirección bucolingual, existen mayores posibilidades de detección. En cuanto a la planificación de la cirugía de acceso, hay que prestar atención a las dimensiones de la cámara pulpar, observando la deposición de dentina secundaria y reparadora y los nódulos pulpares, que pueden causar dificultades en la localización de los conductos.

Una radiografía interproximal suele proporcionar una imagen mejor y también puede utilizarse para este fin. La observación de las dimensiones de la furcación también puede ser útil como ayuda en la búsqueda de canales de difícil acceso. Debe prestarse especial atención a los casos con antecedentes de acceso previo a los dientes, en busca de daños en la furcación, instrumentos fracturados o cuerpos extraños. La ausencia de una radiografía de calidad en estos casos es aún más importante, ya que sirve como prueba legal y jurídica de la intervención previa. También debe observarse cuidadosamente la anatomía de los conductos radiculares para detectar alteraciones, la presencia de conductos adicionales y curvaturas que puedan dificultar enormemente el tratamiento.

Tratamiento.

Durante el tratamiento endodóntico, la radiología en endodoncia es extremadamente útil en sus distintas fases. Con la tecnología digital, esta interacción se ha hecho aún más eficaz y la ergonomía se ha facilitado gracias a la posibilidad de observar inmediatamente el examen en el monitor acoplado al sillón. El examen se utiliza durante la cirugía de acceso, para guiar la apertura y localización de los conductos, en odontometría, para determinar la longitud de trabajo, en la prueba del cono, para observar su ajuste tras la preparación e irrigación, para comprobar la calidad de la obturación, y como examen final, tras el sellado cervical y la colocación de la restauración provisional. Hay, por tanto, al menos cinco tomas en un tratamiento convencional.

Proservación.

El examen radiográfico es, junto con el examen clínico, la principal herramienta de proservación tras el tratamiento endodóncico, tanto en dientes sin cambios periapicales como en dientes con lesiones periapicales o tras cirugía paraendodóncica. En los casos de tratamiento en dientes con estructuras periapicales normales, se espera la formación de una lámina dura alrededor del ápice, lo que indica la reparación del tejido mediante la formación de tejido duro. Deben realizarse exámenes radiográficos acompañados de un examen clínico a los 3 y 6 meses, 1, 2, 3 y 4 años después del tratamiento.

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