Irrigante endodóntico único. Protocolo de irrigación endodóntica simplificado, utilizando Endo Rinse (KDent, Quimidrol).
En: La Rosa, G. R. M., Plotino, G., Nagendrababu, V., & Pedullà, E. (2023). Effectiveness of continuous chelation irrigation protocol in endodontics: a scoping review of laboratory studies. Odontología, 1-18. Introducción El tratamiento endodóntico tiene como objetivo eliminar la infección intracanal y prevenir la reinfección rellenando el espacio del conducto radicular. La preparación mecánica es capaz de eliminar los microorganismos de un conducto radicular infectado. Sin embargo, tras la instrumentación, hasta un 35% de la superficie del conducto puede permanecer inalterada, lo que no garantiza un espacio del conducto radicular limpio y libre de bacterias. Por ello, suele combinarse una secuencia de irrigación activa con el tratamiento mecánico. Aunque los irrigantes son cruciales para el éxito del tratamiento del conducto radicular, es importante que no dañen los tejidos que rodean la raíz, que sean seguros tanto para el paciente como para el médico y que garanticen la plena recuperación funcional del diente. El hipoclorito sódico (NaOCl), un agente proteolítico inespecífico disponible en diferentes concentraciones (0,5-6%), se utiliza por su notable acción disolvente de los tejidos y sus efectos antimicrobianos y antibiofilm. Sin embargo, el NaOCl es incapaz de eliminar la capa de barrillo dentinario y evitar la acumulación de restos de tejido duro. Los restos de dentina pueden actuar como una barrera física que impide que el NaOCl alcance todas las anfractuosidades anatómicas. Además, la presencia de restos dentinarios reduce la eficacia antimicrobiana del NaOCl sobre la estructura dentinaria. En consecuencia, teniendo en cuenta su incapacidad para eliminar los restos de tejido inorgánico, el NaOCl suele ir seguido de un agente quelante como el ácido etilendiaminotetraacético (EDTA), a una concentración del 15-17% durante 1 - 2 min. Cabe señalar que los agentes quelantes afectan negativamente al contenido de cloro libre disponible del NaOCl y, por tanto, reducen su capacidad de disolución tisular, mientras que la acción antimicrobiana sólo disminuye cuando las concentraciones iniciales de NaOCl son bajas. Para evitar estos fenómenos, el uso secuencial de NaOCl/EDTA, conocido como "protocolo secuencial", se utiliza de forma rutinaria en la práctica clínica diaria. El NaOCl se utiliza como agente antimicrobiano durante la instrumentación y el EDTA se aplica al final de ésta para favorecer la eliminación de la capa de barrillo dentinario. También se ha propuesto un enjuague final con NaOCl para mejorar la penetración del NaOCl en las zonas previamente cubiertas con el hisopo. El protocolo secuencial da lugar a una mayor apertura de los túbulos dentinarios y a la formación de túneles intertubulares debido a la erosión de la dentina. El NaOCl/EDTA determina la descalcificación completa de los 1 - 5 µm superficiales de dentina intertubular y hasta 20 µm de las paredes tubulares dentinarias. Estos cambios estructurales reducen significativamente la resistencia a la flexión de la dentina y pueden aumentar el riesgo de fracturas radiculares verticales. Para superar los problemas anteriores causados por el uso secuencial de NaOCl/EDTA, en 2005 se propuso el concepto de "quelación continua". Se refiere a la combinación de un quelante suave con NaOCl para una acción antimicrobiana y proteolítica simultánea con la eliminación del barrillo dentinario. Según este protocolo, el NaOCl se añade con la sal de un quelante débil, 1 hidroxietilideno-1, 1-bifosfonato o etidronato (HEBP o HEDP o etidronato), porque la sal tetrasódica HEDP es extremadamente compatible con el NaOCl. La quelación continua es un concepto atractivo debido a sus múltiples ventajas: simplificación del procedimiento clínico, mejor eliminación de restos, tolerabilidad aceptable con algunos materiales dentales y no reducción de la actividad antimicrobiana y las propiedades de disolución del NaOCl. Además, los quelantes favorecen el desprendimiento de las biopelículas de las paredes del conducto radicular y eliminan los iones metálicos utilizados por las bacterias como nutrientes. Una de las principales preocupaciones asociadas a su aplicación son las posibles reacciones químicas entre el NaOCl y el agente quelante. De hecho, el NaOCl es capaz de interactuar químicamente con otros irrigantes y la mezcla resultante de dos irrigantes (es decir, quelantes y antimicrobianos) tiene efectos diferentes. Produce una reducción del pH del componente hipoclorito y su descomposición en cloro gaseoso. Además, la mezcla genera productos tóxicos intermedios capaces de reducir el rendimiento clínico del NaOCl.
Irrigante endodóntico único