Perforación radicular y biocerámica. Diente 21 con absceso apical crónico, imagen radiolúcida periapical y perforación causada por retenedor intrarradicular.
Optamos por la cirugía paraendodóntica, con preparación de la zona de perforación y retropreparación con puntas de ultrasonidos, seguida de sellado y relleno con Bio C Repair.
En: Mamede Neto el al. Uso de cemento a base de MTA en el tratamiento de la perforación radicular: informe de un caso clínico. Rev Odontol Bras Central 2012;21(59).
INTRODUCCIÓN
Durante las diferentes etapas del tratamiento endodóntico, pueden producirse accidentes y complicaciones debido a la complejidad de la anatomía dental interna, al desconocimiento de las propiedades mecánicas del instrumental endodóntico, a una secuencia técnica inadecuada y a una escasa competencia profesional1 .
Entre los accidentes y complicaciones, los más frecuentes son las desviaciones del conducto radicular (escalón y transporte apical), la fractura de los instrumentos endodónticos y la perforación radicular. La perforación radicular se define como una abertura artificial causada por etiología iatrogénica o condiciones patológicas (caries o reabsorción)3 , que da lugar a que la cavidad pulpar se comunique con el tejido periodontal y el hueso alveolar.
Perforación radicular y biocerámica. Se produce principalmente en el suelo de la cámara pulpar en un intento de localizar los conductos radiculares, en conductos curvos y calcificados, y en situaciones de preparación inadecuada del espacio protésico para los postes en dientes tratados endodónticamente6 . Se consideran la segunda causa de fracaso y representan alrededor del 9,6% de los fracasos de los tratamientos endodónticos.
Tan importante como la aparición de equipos es el descubrimiento de nuevos materiales dentales.
Históricamente, para sellar las perforaciones radiculares se han utilizado óxido de zinc, superEBA, amalgama de plata, cavit, ionómero de vidrio e hidróxido de calcio, con resultados variables. Siguiendo esta tendencia, Lee et al. (1993) fueron los primeros autores en informar científicamente del uso de un nuevo material indicado para perforaciones en dientes humanos: el MTA (agregado de trióxido mineral). Desde entonces, este material ha sido ampliamente investigado y los resultados han mostrado excelentes propiedades físicas, químicas y biológicas.
El MTA ha atraído la atención de muchos investigadores, principalmente porque es un material hidrófilo que se agarra en presencia de agua, una propiedad extremadamente importante para cualquier cemento dental15.
En 1995 se solicitó su patente, y a partir de entonces se comercializó con el nombre de ProRoot MTA® (Tulsa Dental Products, Tulsa, OK, EE.UU.). En ella se afirma que este material es un cemento Portland común, con un mayor grado de finura y la presencia de óxido de bismuto como agente radiopacificante16.
Ante las expectativas de mejorar aún más las propiedades deseables de estos cementos, han aparecido en el mercado derivaciones de estos materiales.
El cemento MTA Ângelus®, por ejemplo, está compuesto por un 80% de cemento Portland y un 20% de óxido de bismuto.
Perforación radicular y biocerámica