Premolar inferior. Tratamiento endodóntico del diente 45 con dos conductos

en: https://www.forp.usp.br/restauradora/Anat.htm

La anatomía del sistema de conductos radiculares dicta los parámetros bajo los que se realizará el tratamiento endodóntico y afecta a las posibilidades de éxito. Esta anatomía de cada diente tiene características comunes, así como variaciones muy complejas.

La radiografía del diente puede revelar gran parte de la anatomía interna que, asociada a los conocimientos teóricos, dicta el tamaño de la fresa a utilizar en la cirugía de acceso, su dirección, el tamaño del primer instrumento a utilizar dentro del conducto radicular, y también qué modificaciones deben utilizarse para preparar la cavidad endodóntica con el fin de facilitar la localización de los conductos radiculares.

Así, el conocimiento de la anatomía de los conductos radiculares es de gran ayuda para el profesional, desde la cirugía de acceso hasta la obturación de los conductos, y es una vía segura para obtener grandes éxitos y evitar situaciones desagradables. En este texto le recordaremos, de forma muy sencilla, la anatomía interna de cada grupo de dientes.

En este artículo, nos centraremos especialmente en las anomalías del desarrollo que pueden producirse en los dientes humanos.

Premolares inferiores

Primer premolar inferior

Los primeros premolares mandibulares son probablemente los más difíciles de tratar endodónticamente porque tienen una anatomía interna y externa muy compleja.

Pueden presentarse del siguiente modo: (a) un conducto y un foramen; (b) un conducto que se bifurca en el tercio apical, terminando en dos forámenes independientes; (c) un conducto que se bifurca en el tercio medio de la raíz terminando en dos forámenes independientes; (d) dos conductos separados desde el tercio cervical de la cavidad pulpar , terminando en dos forámenes independientes, (e) dos conductos separados desde el tercio cervical, terminando en un único foramen; (f) dos conductos que se bifurcan en cualquiera de los tercios y terminan en un único foramen. Además de estas variaciones anatómicas, también pueden presentar raíces fusionadas con dos, tres o cuatro conductos.

Una vez más, insistimos en la atención que debe prestarse al estudio de las radiografías diagnósticas antes de iniciar el tratamiento endodóntico de estos dientes. A menudo, dependiendo del número de conductos presentes, debemos ampliar la cavidad de acceso a la cámara pulpar en dirección bucolingual, para facilitar la instrumentación y obturación de los conductos radiculares.

Segundo premolar inferior

La anatomía de estos dientes puede ser muy compleja, al igual que la de los primeros premolares mandibulares.

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