Blanqueamiento interno en molar inferior. La paciente acudió a consulta quejándose de dolor e inflamación en la región gingival inferior derecha y oscurecimiento de la corona del diente 46.
En el examen clínico, edema gingival en la región del diente 46, con bolsa periodontal bucal, dolor a la percusión y palpación. El examen radiográfico reveló imagen radiolúcida periapical en el diente 46 y tratamiento endodóntico aparentemente bien realizado, sin embargo, la paciente relató no haber utilizado aislamiento absoluto durante el tratamiento, lo que refuerza la hipótesis de contaminación, más específicamente de la cámara pulpar, causando el oscurecimiento. En la tomografía, se observó una imagen en la furcación, que podría ser compatible con un conducto cavado, conectada a un área hipodensa en forma de media luna, sugiriendo contaminación de este conducto.
Al acceder, se observó dentina contaminada. Se realizó una higienización inicial seguida de una búsqueda de fisuras con azul de metileno. A continuación se observó la imagen de un conducto cavado cerca del conducto distal. A continuación se vaciaron los conductos, se descontaminaron y se medicaron con Bio C Temp.
A la vuelta, 15 días después, se observó la ausencia de signos y síntomas y la vuelta del diente a su color original. A continuación se obturaron los conductos.
En: Rocha et al. Endodontic reintervention and endogenous bleaching of darkened anterior teeth: case report. Arch Health Invest (2020) 9(2):112-118
El objetivo fundamental del tratamiento endodóntico es permitir la permanencia de los dientes funcionantes en la cavidad bucal sin comprometer la salud del paciente. La notable aparición de nuevos materiales, nuevas técnicas y nuevas tecnologías en endodoncia conducen a altas tasas de éxito en la terapia endodóntica, aunque no es raro encontrarse en la clínica con pacientes cuyo tratamiento ha fracasado, comprobado a través de signos y síntomas.
A pesar de los esfuerzos para alcanzar el éxito clínico, pueden ocurrir fracasos y es posible recurrir a la intervención endodóntica para mantener los dientes en función. El fracaso endodóntico puede estar relacionado con la persistencia de bacterias en el conducto radicular, la falta de dominio técnico por parte del profesional, como errores en los procedimientos de preparación biorromecánica, obturaciones insatisfactorias, conductos no tratados, conductos obturados pero expuestos al agua salival, restauraciones inadecuadas, microfiltraciones, perforaciones iatrogénicas y fracturas de instrumentos.
Algunos tratamientos endodónticos o técnicas inadecuadas pueden causar complicaciones estéticas, concretamente oscurecimiento dental.
Entre las principales etiologías de oscurecimiento en dientes desvitalizados están la presencia de materiales obturadores en la cámara pulpar, los remanentes de tejido pulpar después del tratamiento endodóntico, la necrosis pulpar y algunos medicamentos intracanales, como el yodoformo. En los elementos anteriores, los cambios de coloración pueden desencadenar implicaciones psicológicas, perjudicando la estética de la sonrisa y provocando una baja autoestima del paciente.
En los casos de fracaso endodóntico, es necesaria una nueva intervención en el conducto para revertir el fracaso de la terapia anterior y hacer que el diente vuelva a ser funcional. La reintervención convencional, siempre que sea posible, se selecciona como primera alternativa de tratamiento, ya que se considera un procedimiento menos invasivo en comparación con la cirugía parendodóntica, con bajo coste y buen pronóstico.
Esencialmente, el retratamiento no quirúrgico consiste en la desobturación del conducto radicular, la reinstrumentación, la desinfección y la reobturación de los sistemas de conductos para permitir la reparación de las estructuras y tejidos de soporte.
Blanqueamiento interno del molar inferior
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