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Inflamación pulpar reversible tras la colocación de implantes.

Inflamación pulpar reversible. Caso después de la colocación del implante adyacente al diente algogénico.

El paciente fue remitido por la clínica de implantología, quejándose de dolor constante, que disminuía rápidamente, al ingerir líquidos fríos, localizado en el diente 34. El dolor comenzó una semana después de la colocación de un implante adyacente al diente, tres semanas antes y el ajuste oclusal realizado previamente no produjo ninguna mejoría del cuadro. En el examen clínico, el dolor estaba ligeramente exacerbado en este diente en relación con los dientes 33 a 31. Los exámenes radiográficos y tomográficos mostraron el implante en estrecho contacto con la región apical del diente 34, pero sin tocarlo.

Se indicó a la paciente que tomara analgésicos (dipirona) cuando hubiera dolor y se estudió la retirada del implante. A su regreso al cabo de un mes, el dolor había cesado espontáneamente y la prueba térmica producía dolor con la misma intensidad que en los dientes contiguos.

Por lo tanto, se supuso que la inflamación pulpar reversible estaba causada por un proceso inflamatorio en la región periapical, y que cuando evolucionaba hacia la reparación, la inflamación en la pulpa también desaparecía.

El caso pone de relieve la importancia de una observación cuidadosa de los factores causales de la inflamación pulpar, con una proservación cuidadosa y sin prisas cuando no hay necesidad inmediata de una intervención urgente.

La inflamación pulpar reversible, cuando es tratada por un especialista en endodoncia, suele tener causas más difíciles de detectar que las más comunes, como la caries y la enfermedad periodontal.

Muchas veces el paciente ya ha acudido a más de un cirujano dentista, sin que se le haya apuntado un diagnóstico y ya se encuentra desilusionado y poco colaborador durante el proceso de búsqueda de la causa. Los más frecuentes son contactos oclusales prematuros, apretamiento dental, lesiones cervicales no cariosas, prótesis removibles mal adaptadas, hábitos nocivos, entre otros menos frecuentes. Corresponde al profesional intentar hacer un diagnóstico con paciencia y criterio. A menudo, la causa real no se descubre al inicio del tratamiento.

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