Terapia fotodinámica en endodoncia para la descontaminación endodóntica.
Vídeo de demostración del protocolo de uso de la terapia fotodinámica para la descontaminación durante el tratamiento endodóntico.
En: Amaral et. al. Photodynamic therapy in endodontics - literature review. RFO UPF vol.15 no.2 Passo Fundo mayo/agosto 2010
Introducción
En las últimas décadas, la endodoncia ha evolucionado sustancialmente con el desarrollo y adopción de nuevas tecnologías y materiales, facilitando el trabajo del endodoncista y reduciendo el tiempo de realización del tratamiento endodóntico. No obstante, la mayoría de los fracasos o fallos endodónticos están relacionados con la persistencia de microorganismos que resistieron la preparación químico-mecánica o la medicación intracanal¹.
La terapia fotodinámica surge como una nueva terapia, coadyuvante al tratamiento endodóntico, en un intento de eliminar los microorganismos persistentes a la preparación químico-mecánica. Por ser de fácil y rápida aplicación clínica, no desarrolla resistencia microbiana y puede ser indicado en tratamientos endodónticos en una o múltiples sesiones.
El presente artículo pretende hacer una revisión bibliográfica sobre el uso de la terapia fotodinámica en endodoncia. Historia El uso de la luz como agente terapéutico se ha utilizado en el tratamiento de enfermedades desde la antigüedad. En Egipto, India y China, la luz solar se utilizaba para tratar enfermedades de la piel como la psoriasis, el vitíligo y el cáncer. El médico griego Heródoto destacó la importancia de la exposición a la luz solar para recuperar la salud². El concepto de muerte celular inducida por la interacción de luz y sustancias químicas se conoce desde hace más de cien años. En el año 1900, Oscar Raab, un estudiante de medicina, y su profesor, Herman Von Tappeiner, realizaron en Múnich los primeros experimentos con el tratamiento fotodinámico. Estudiaron el efecto del tinte de acridina en cultivos de paramecios y descubrieron que la combinación de tinte de acridina y luz era letal para ellos.
Durante una tormenta eléctrica se produjo un cambio en las condiciones lumínicas del entorno en el momento de los experimentos, lo que llevó a los autores a postular que este efecto estaba causado por la transferencia de energía lumínica a la sustancia química, de forma similar a lo que ocurre en las plantas mediante la absorción de luz por la clorofila. Ni la luz ni el colorante por sí solos tuvieron ningún efecto aparente sobre los paramecios, pero juntos fueron altamente citotóxicos²,³.
Mecanismo de interacción La terapia fotodinámica, también conocida como TFD, acrónimo de terapia fotodinámica, ha surgido como una prometedora terapia antimicrobiana. Consiste en el uso de un fotosensibilizador (colorante), que se activa mediante luz de una longitud de onda específica en presencia de oxígeno. La transferencia de energía del fotosensibilizador activado al oxígeno disponible da lugar a la formación de especies tóxicas de oxígeno , conocidas como oxígeno único y radicales libres.
Se trata de especímenes químicos altamente reactivos que dañan las proteínas, los lípidos, los ácidos nucleicos y otros componentes celulares microbianos4. Es importante que la fuente de luz sea absorbida por el colorante para que la TFD sea eficaz a la hora de hacer inviables las células². La mayoría de las bacterias orales no absorben la luz visible de los láseres que funcionan a baja potencia, excepto algunos microorganismos Gram positivos, Actinomyces odontolyticus y Porphyromonas gingivalis, que sintetizan porfirinas endógenas5. El uso de un agente de absorción óptica no tóxico que se fija a la pared celular bacteriana, atrayendo la luz láser, es necesario para la acción antimicrobiana sobre las bacterias orales.
Según Machado6 (2000), la reacción implicada surge, principalmente, de la excitación electrónica del colorante por la luz, seguida de dos mecanismos principales de reacción a partir de su estado excitado. En la reacción de tipo I, hay transferencia de electrones entre el fotosensibilizador, en el estado excitado triplete, y los componentes del sistema, generando iones radicales, que tienden a reaccionar con el oxígeno en el estado fundamental, dando lugar a productos oxidados, como peróxido de hidrógeno, iones hidroxilo, radicales hidroxilo y anión superóxido, que son tóxicos para los microorganismos. En la reacción de tipo II, se produce una transferencia de energía del fotosensibilizador en el estado triplete, con la generación de oxígeno singlete, un agente altamente citotóxico. La capacidad de la molécula para formar la reacción redox o el oxígeno singlete depende de la producción suficiente de moléculas en el estado triplete, que, a su vez, depende de la tasa de decaimiento de ambos estados, triplete y singlete, formados inicialmente7. Terapia fotodinámica en endodoncia
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